¿Qué es Dot Revolutio?
Objetivo
‘Dot Revolutio’ pretende ser una forma de ganarse la vida, enseñar y entretener a través de varios focos, mientras vuelca parte de sus ganancias a causas que ayuden a construir un mundo mejor.
Ganarse la vida, enseñar y entretener.
Sin rodeos, esto no deja de buscar ser un trabajo, un empleo.
Se pretende enseñar y entretener. ¿Cómo? Tratando temas e ideas de corte social a través de entrevistas, datos, información, noticias y opiniones propias a través de distintas redes online.
Construir un mundo mejor.
Hay muchas formas de tratar de mejorar lo que nos rodea, pero la que se pretende aquí es la de dar soporte a aquellos movimientos que procuren un cambio sustancial y progresista a la rueda que hace girar el rumbo del mundo, como, por ejemplo, el activismo.
Se entiende, por ejemplo, que estas actuaciones pasan por divulgar, sensibilizar, cambiar leyes o presionar a los estados a todos los niveles.
Esta ayuda pasa por ofrecer dotación humana y económica a través de la difusión, la participación y la donación hacia los movimientos ya mencionados.
Para ello, este proyecto facilitará dichas acciones y generará contenido de entretenimiento que ayude a la colaboración de personas que quieran formar parte de esta idea.
Esta idea, Dot Revolutio, consta de diversas maneras de existir, algunas iniciales y otras que pretenden existir en un futuro. Todas apuntan a un sitio, que es el de crear un sustento personal dando soporte humano y económico en acciones dedicadas a formar un mundo mejor desde la prevención, la concienciación y la lucha contra la injusticia y el sufrimiento.
En la sección ‘Participa’ de esta web, encontrarás información más detallada sobre cómo se pretende llevar a cabo el soporte de Dot Revolutio.
Dot (nuestro planeta)
«Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestro hogar. Eso somos nosotros. En él, todos los que amas, todos los que conoces, todos de los que alguna vez escuchaste, cada ser humano que ha existido, vivió su vida. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de religiones seguras de sí mismas, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, niño esperanzado, inventor y explorador, cada maestro de la moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie, vivió ahí – en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.
«La Tierra es un escenario muy pequeño en la vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que en su gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades cometidas por los habitantes de una esquina del punto sobre los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina. Cuán frecuentes sus malentendidos, cuán ávidos están de matarse los unos a los otros, cómo de fervientes son sus odios. Nuestras posturas, nuestra importancia imaginaria, la ilusión de que ocupamos una posición privilegiada en el Universo… es desafiada por este punto de luz pálida.
«Nuestro planeta es una solitaria mancha en la gran y envolvente penumbra cósmica. En nuestra oscuridad —en toda esta vastedad—, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Asentarnos, aún no. Nos guste o no, por el momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos. Se ha dicho que la astronomía es una formadora de humildad y carácter. Quizás no hay mejor demostración de la soberbia humana que esta imagen distante de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos más amablemente los unos a los otros y de preservar y apreciar el pálido punto azul, el único hogar que hemos conocido».
Carl Sagan (Wikipedia)
No hay mucho más que decir. De este extracto, mencionado por Carl Sagan (entre muchas cosas, divulgador científico), se pretende remarcar una idea, y es la de cuidar nuestro planeta y todo lo que en él habita, la de cuidar nuestro pequeño punto (dot) azul pálido.
Tenemos una pequeña joya en la que habitan muchas maravillas y en donde se encuentra lo que llamamos «vida». Y esto, en su conjunto y generalidad, está sufriendo de una u otra manera. Los seres humanos tenemos un gran poder destructor y, a menos que nos extingamos, tenemos en nuestras manos paliar o disminuir ese sufrimiento en, al menos, cierta medida.
Además, pensar profundamente nuestra insignificancia en el universo y el pequeño punto donde convivimos, nos ayuda a poder a relativizar sobre todos aquellos problemas que innecesariamente creamos y que no llevan a nada.
Revolutio (cambio)
La palabra ‘revolución’ proviene del latín ‘revolutio’ y significa «acción y efecto de provocar un cambio radical» (gracias a la web http://etimologias.dechile.net/).
Progreso, evolución, deconstrucción… Son palabras que nacen del cambio, de la transformación. Si estamos de acuerdo en que estamos lejos de vivir en un mundo ideal, entonces, para acercarnos a ello, precisamos desarrollarnos en un sentido que busque lo mejor para nosotrxs y nuestro entorno.
El mundo en el que vivimos tiene un sistema establecido, un modus operandi casi inconsciente que nos guía por un camino concreto. Y pocas cosas van a cambiar a mejor si no miramos por dónde pasamos, si no cuidamos los componentes de este camino, si no quitamos las «piedras» de este, si no creamos ramificaciones o nuevos senderos.
Se puede cuidar nuestro mundo de dos maneras, una es de manera asistencial, muy loable, y otra (la que nos ocupa) preventiva.